miércoles, 21 de agosto de 2013

SIMPLIFÍQUENME CUANDO HAYA MUERTO. Keith Douglas.

"Recuérdenme cuando haya muertoY simplifíquenme cuando haya muerto.Como los procesos de la tierraDespojan del color y de la piel;Se llevarán el pelo castaño y los ojos azulesY me dejarán más simple que en la hora del nacimiento,Cuando sin pelos llegué aullandoMientras la Luna aparecía en el frío firmamento.Acaso de mi esqueleto,Ya tan despojado, un docto dirá:"Era de tal tipo y de tal inteligencia", y nada más.Así, cuando en un año se derrumbenRecuerdos específicos, podránDeducir, del largo dolor que soportéLas opiniones que sustentaba, quién fue mi enemigoY lo que dejé, hasta mi aparienciaPero los incidentes no servirán de guía.El telescopio invertido del tiempo mostraráUn hombre diminuto dentro de diez añosY por la distancia simplificado.A través de ese lente observen si parezcoSustancia o nada: merecedorDe renombre en el mundo o de un piadoso olvido,Sin dejarse arrastrar por momentáneo enojoO por el amor a una decisión,Llegando sin prisa a una opinión.Recuérdenme cuando haya muertoY simplifíquenme cuando haya muerto."

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