viernes, 21 de octubre de 2016

20-10-16|| Llena de miedos desde mi cuarto en mi Venezuela

Este es un correo que le envié a un querido amigo el mismo día 20-10-16 y decidí colgarlo acá porque creo que, si hay alguien que se sienta como yo, ambos merecemos saberlo.

El día ha sido bastante intenso, al menos para mi. Lleno de discusiones, conflictos, altercados, incomodidades, malos entendidos, un calor endemoniado, pude desayunar a las 7 de la noche (no porque quisiera pagar alguna promesa) para cerrar el día con la GRAN noticia de última hora que confirma que tristemente nuestro hermoso país difícilmente salga de este atolladero.

No sé qué tan enterado estés de la situación político-social-económica que estamos atravesando pero se suponía que el jueves, viernes y sábado de la semana próxima se recolectarían firmas para solicitar un referéndum revocatorio, la misma, luego de aprobada, ha sido pospuesta por ordenes de un tribunal hasta nuevo aviso.

Aún no se  han pronunciado los partidos opositores pero sea lo que sea que suceda, no será nada bueno, no será fácil y difícilmente traiga una solución a corto plazo.

Lo cierto es que conforme voy creciendo, me vuelvo más adulta, más madura e interesada, y desarrollo más sentido patrio, crítico y de pertenencia, más confundida, desorientada, indecisa y atemorizada me siento. Es un hecho que vivir en nuestro país es toda una odisea digna de relatar. Yo misma si escribiera un diario seguramente tendría tanto éxito como el de la pequeña Ana (aún y cuando no estamos declarados oficialmente en guerra).

El punto es que aún y cuando mi instinto de supervivencia y mis ambiciones socio-económicas me empujan a buscar vuelo lejos de estas tierras, el amor por todo lo que tengo y todo lo que conozco me amarra a quedarme y trabajar y luchar hasta que la tormenta pase y el arco iris se vea otra vez. El dilema es entonces, la gran pregunta ¿Cuándo se arregla y cómo?

Honestamente cada vez que pienso en ti y en cada persona que se ha ido no puedo evitar sentirme como una heroína cobarde o una cobarde heroica. (No sé cual orden en ese jueguito de palabras explique mejor lo que quiero manifestar).

El punto es que, irse a un lugar totalmente distinto es un acto de total valentía, pero quedarse en este desastre también lo es, así que no sé si sentirme bien o patética sobre mis indecisiones y mis miedos.

La verdad es que mi sueño desde niña ha sido irme de Venezuela, crecer en la música, volverme una gran cantante famosa y recorrer los escenarios del mundo gritando en todos los micrófonos que soy una venezolana orgullosa pero, la vida me colocó a empujones en el mundo del periodismo que INSÓLITA E INESPERADAMENTE me enamoró. 

Aprendí a amar cada faceta de este mundo que subestimaba y veía absurdo. Fue necesario que entrara para ver lo hermoso que es y con eso llegó el amor desmedido que tengo ahora por esta tierra, esta gente y esta pelea. Así que ahora me encuentro en la gran disyuntiva de: ¿irme o quedarme?
¿Ahorrar para mi graduación que es en apenas un año o para mis trámites migratorios?
¿Enamorarme o quedarme sola porque no sé si la persona a quien escoja quiera compartir mis planes?
¿Culminar mi carrera o irme antes de que cierren las fronteras? (Que por el camino que vamos eso nos espera)
¿Qué hacer?

Honestamente escribo este correo con lágrimas en los ojos. Y estoy segura de que no soy la primera en escribir tales cosas desde el corazón.

Me aterra pensar en irme y dejar a mis padres.

Me aterra pensar en quedarme y formar una familia en este desastre (a pesar de no soñar con la maternidad no soy dueña de la verdad o la vida).

Y me aterra salir a las calles con el temor de regresar a casa sana y salva o que cualquiera de mis familiares lo haga.

Me aterra salir de compras porque hoy tenemos dinero y mañana no.

Me aterra la idea de enfermarme porque eso sería condenarme a vivir insana.

Me aterra recordar a cada instante a mis sobrinas que están en etapa de desnutrición porque no importa la cantidad de dinero que tengas simplemente no hay qué comer.

Simplemente me aterra vivir aquí, me aterra quedarme pero también me aterra huir.

Te amo demasiado, Venezuela. Pero esta realidad lo ha vuelto un amor que daña.

domingo, 9 de octubre de 2016

Te necesito un poco |Poema Original| @yasmiangeles

Te necesito un poco.
Un poco nada más.
No demasiado, la verdad no tanto.
Te necesito un poco,
para explicar a mi soledad que no quieres quedarte,
para explicar a mis pesadillas que dejaré de soñarte,
para explicar a mis labios que no existirán los besos,
y a mis brazos que no existirán los abrazos.
Te necesito un poco,
un poco solamente.
Para cantar un nuevo poema en el vacío,
para perder mis promesas en el vicio,
para escribir tus sueños en el olvido.
Mi olvido.
Te necesito un poco.
Un poquito, no demasiado.
Para explicar a mis piernas tu ausencia,
a mis manos el tacto de esta cama sin tu presencia,
y a mis ojos, la maldita soledad en este cuarto.
Te necesito un poco.
Nada más un poco,
para explicar a mi mente que no deseas tenerme,
para explicar a mi cámara que nunca estarás en la foto, sólo en mi mente,
para explicar a mi casa que nunca entrarás,
ni hoy, ni mañana, ni siempre.
Te necesito un poco.
No demasiado, la verdad no tanto.
Para olvidar quién eres
y recordar quién era.
Para explicar a mi llanto que si es real,
que te quiero, pero tú no tanto.

Esta soy yo |Poema original|

Esta soy yo,
dibujando en tu mirada mi sonrisa,
caminando con mis dedos por tu barbilla,
durmiendo en tu espalda mis pesadillas.

Esta soy yo,
imaginando algo informe,
soñando un milagro,
cantando mil "te amo",
dando todo y nada en un retazo de imaginación.

Esta soy yo,
mirando estrellas en tu hombría,
pintando de colores tu melodía,
viajando en el temor de tus susurros,
entregada a tus manos a veces tan cálidas y a veces tan frías.

Esta soy yo,
reflejada en el espejo de tu mirada perdida.
Muda en el silencio de tu voz igualmente muda,
despojada de todo bien y de todo mal,
y despojada de todo.

Esta soy yo,
suplicante de ese amor que me niegas,
aferrada a las migajas que sobre mí dejas,
enamorada a solas del amor.
Carente de amores,
carente de belleza,
carente de forma y olores.

Esta soy yo,
vestida de gritos que rompen la cordura,
abandonada en tu cuerpo,
enamorada en tus palabras,
sola en esta habitación,
atrapada en el lado más puro de tu alma.

Esta soy yo,
amándote,
y a la triste espera
de que tú también me ames.