domingo, 20 de septiembre de 2015

SIEMPRE SOÑARÉ CON SER TU ÁNGEL.

Círculo vicioso. (carta sin destinatario- texto original)

Y aquí estoy, subiendo por las paredes de este abismo oscuro en el que caí hace tantas lunas.
Me encuentro en ese punto en el que me rompo las manos contra la pared fría y de pronto caigo sin parar, para volver a aferrarme a la esperanza y subir otra vez.

Me encuentro en ese punto en el que las palabras se olvidan y lo único que se ahoga en tu garganta es ese nombre, en ese punto donde el alma se quiebra en mil pedazos y hay tanto silencio que puedes escuchar cuando caen rompiendo tu corazón a su paso.

Me encuentro en ese punto en el que dejas de conocerte, olvidas quién eres y en medio de la oscuridad alguien desconocido te mira a través del espejo, allí donde le temes a las noches sin estrellas y al silencio porque le temes a tus propios pensamientos.

Allí me encuentro, justo donde las miradas pierden la luz, donde el sol deja de brillar y los recuerdos caminan por los muros que se hacen cada vez más angostos aprisionándote en una celda en la que no queda aire para respirar.

Estoy en ese punto de quiebre donde confundes el amor con la obsesión o la locura. Justo donde dormir se hace difícil porque no hay nada para soñar.

Justo allí me encuentro perdida, intentando recordar las palabras que acabo de pensar para escribir en este papel, donde mi mente se dispersa recordando aquello que fui, las cosas que tuve y lo que no va a volver; aferrándome al pasado, anhelando desesperadamente que tus palabras sean para mi, que ese amor que tanto profesabas llevara mi nombre, el que ya se me olvidó.

Estoy perdiéndome otra vez en tus recuerdos...
Sigo soñando despierta, deseando en silencio que tus palabras sean para mi.
Esta tarea te fue encomendada a ti y si tú no encuentras el camino, nadie lo hará
Fue tu mente retorcida, tus pensamientos oscuros, tus palabras frías, tu corazón partido y tu mirada perdida lo que me llevaron a amarte así

sábado, 12 de septiembre de 2015

Soy hermosa, exitosa y deseada.
Mi cabello es ideal, liso, largo y negro.
Mis ojos son maravillosos, oscuros y profundos,
las pestañas largas y las manos delicadas y suaves,
con las uñas largas y perfectamente pintadas.
Mi piel clara, y tengo buena estatura.
Los pies adecuados, cuidados y coquetos.
Mis senos con redondos, con un buen tamaño,
los glúteos definidos, piernas largas y torneadas,
cintura pequeña y caderas pronunciadas.
Mis labios (todos) son pequeños y finos.
Mi cuerpo es perfecto.
Yo soy perfecta,
talentosa,
capaz,
codiciada,
con bues estatus económico.
Belleza.

Suena la alarma, mi madre toca la puerta y entra en mi habitación.

Me despierta con cariño de mi sueño, voy al baño, me miro en el espejo y vuelvo a ser yo.

Lamentablemente, otra vez yo...

viernes, 11 de septiembre de 2015

Yo y mi pasión por las relaciones prohibidas.
No sé si soy estúpida, masoquista, ambas cosas o algo más...

sábado, 5 de septiembre de 2015

Las palabras del amor (poema original)

Las palabras del amor
Siempre son las palabras del amor.

Siempre se ven igual,
siempre huelen igual,
siempre se escuchan igual.

Porque amor es amor.

Como lo pongas,
como lo pintes,
como lo escojas,
Siempre es amor.

Con blancos y negros,
Con rojos y azules,
Con cielos y sueños.

Siempre es amor.

Porque amor son cuatro letras.

Cuatro letras
Simples, simplificadas
y simplificantes.
Con significado
y con significante.

Cuatro letras,
Cortas,
no muy difíciles de recordar.

Siempre son amor.

Amor puro,
Amor vivo,
Amor frío...

Amor amado,
Amor amante,
Amor de amores.
Amores jóvenes
y amores viejos
pero siempre amores.

Amores poetas,
amores de música,
amores vivos.

Y amores fríos.

Amores con arrugas
Y también los de piel tersa...

Las palabras del amor
Siempre son las palabras del amor.

Siempre se ven igual,
siempre huelen igual,
siempre se escuchan igual.

Porque amor es amor.

Amor a gritos
Y amor en silencio.

Amores llenos de abrazos,
de caricias...
Y también amores
solitarios llenos de
sueños y fantasías.

Amores a primera vista,
Y a segunda y a tercera;
y también amores
de sólo un instantes,
de sólo una mirada,
de sólo una vida.

Amores de tren
y amores de aviones.

Amores.
Sólo amores,
y siempre amores.

Las palabras del amor
Siempre son las palabras del amor.

Siempre se ven igual,
siempre huelen igual,
siempre se escuchan igual.

Porque amor es amor.

Amor son sólo cuatro letras,
de toda una vida,
de todo mi alfabeto,
de todos mis poemas.

Amor es amor.
Amor es amar
Y amar es amor.

viernes, 4 de septiembre de 2015

Grillos

Creo que
es la primera vez
que escucho grillos
aquí en Maracay.

No me son familiares aquí,
pero si son familiares para mi.

Me remontan a esos días de frío
en mi apacible montaña.
En mi montaña inerte,
tan llena de gente
y al mismo tiempo tan vacía.

Mi montaña tan hermosa,
impregnada del suculento olor a fresas,
a duraznos, melocotones frescos...

Mi montaña.

¡Cómo extraño mi montaña!
Y a sus grillos.
Los grillos que
daban música
a las noches,
y a los días,
y a los sueños,
y a los miedos...

¡Ay, mi montaña!

¡Cómo te extraño, montaña!

Y a tus flores,
a tus paisajes,
a tus barrancos y matorrales,
a los caballos que galopaban libres,
a los niños con quienes jugaba,
y las tazas de chocolate caliente que,
por tu frío y la neblina densa,
mi madre en las noches impregnadas de estrellas preparaba.

¡Ay, y las estrellas!

Cielos estrellados como el de mi montaña
no los hay.
Ni vistas a la distancia.
Ni ciudad más hermosa que Caracas
vista desde mi montaña.

Caracas...

Ver caracas desde mi antiguo balcón
y escuchar los grillos
y subir la mirada y observar las estrellas.
Y arroparse con una colcha de lo más gruesa por el frío...
Eso era vida, desde mi montaña.

-El Junquito...

jueves, 3 de septiembre de 2015

Me gusta (Poema Original)

Me gusta
la brisa que
inunda mis
mañanas con tu aroma.

Me gusta el espejo
en el que te reflejas
al abrazarme por la espalda
cuando perfumo mi piel
y maquillo mi rostro
para verme más digna
de tu belleza
y gustarte un poco más.

Me gusta
la mirada
que se te pierde
en el camino
mientras conduces.

Me gustan los hoyuelos
que se forman
en tus mejillas cuando sonríes
y el brillo de tus ojos,
y la comisura afeitada de tus labios.

Me gusta tu piel,
y ese aroma tan sensual
que emana,
tan tuyo,
tan igual a ti.

Me gusta
tu ceño fruncido
cuando lees
y me gustan tus manos
que reflejan
cada golpe
que la vida te ha dado,
pero que no han
logrado tumbarte.

Me gusta
tu espalda fuerte
y tus piernas
tan atléticas.

Me gustan tus pestañas
 y me gusta que se
junten cuando duermes.

Me gusta verte soñar
me gusta esa sonrisita
que se dibuja
en tus labios
cuando me miras
al despertar.
Y me gusta ese beso
que das en mi
frente cuando seguimos allí,
abrazados bajo la
sábana de nuestra cama.

Me gusta esta
vida que
tengo contigo
y la que tuve
antes de conocerte,
porque sin
saber quien eras
ya estaba
enamorada de ti.
Ya era fiel a tu nombre,
ya era fiel a tu piel.

Ya me había enamorado
de tu estatura protectora
y de tus celos
llenos de ternura.

Me gusta que roces
mis mejillas
con tus dedos,
que vistas
tus trajes de gala
para llevarme a
alguna cena.

Me gustan
los vellos de tu
barba
y tus uñas
perfectamente limadas.

Me gusta
cuando dices
"Te Amo"
me gusta
incluso cuando
peleamos
porque tus
orejas se ponen rojitas.
Me gusta
ese color que
baña tus orejas
y me gusta
escucharte
gritar porque
luego,
cuando pasan
tus molestias,
vuelves a
amarme un
poquito más que antes.

Me gusta que
me ames
me gusta que
me extrañes
me gusta que
me necesites.

Me gusta
perderme en
tu mirada
cuando la
mantienes fija
sobre mi cuerpo.

Me gusta
perderme en
este amor que te tengo.

Me gusta perderme en ti...


Te Amo| Pablo Neruda




Táctica y estrategia| Mario Benedetti

Mi táctica
es mirarte.

Aprender
como sos
quererte
como sos.

Mi táctica
es hablarte
y escucharte.

Construir
con palabras
un puente
indestructible.

Mi táctica es
quedarme
en tu recuerdo.

No sé cómo
ni sé
con qué
pretexto,
pero
quedarme
en vos.

Mi táctica
es ser franco
y saber
que sos
franca,
y que no nos
vendamos
simulacros
para que
entre los dos
no haya telón
ni abismos.

Mi estrategia
es en cambio
más profunda
y más simple.

Mi estrategia
es
que un día
cualquiera,
no sé cómo
ni sé
con qué
pretexto,
por fin
me necesites.


A ti... Y te pido perdón

Lloré, lloré por tu partida y yo misma me pregunto por qué.
Casi no nos conocíamos, sólo te veía pasar y coexistir.

Lloré, lloré por tu muerte, lloré como una niña inconsolable
y me perdí.

Me perdí en las lágrimas de nuestros amigos, me perdí en el dolor de tus padres
y me perdí en ese instante en el que lo único que pasaba por mi mente
era esa necesidad de gritar; de gritarte y preguntarte POR QUÉ.

Lloré por tu rostro deformado y tu trágica historia.
Lloré por tus metas alcanzadas y tus logro incumplidos.

Sí, lloré.
Lloré por cada escoria que sigue caminando por este mundo
mientras que tú te fuiste.

No entiendo, en realidad no entiendo por qué ya no estás
y tampoco entiendo por qué lloré.


Tu partida me dolió muy dentro,
en el alma y me angustia sentir que no tengo derecho a lamentar que te fueras,
me llena de frustración sentir este remolino incontrolable de emociones
y creo que sólo me queda pedirte perdón.

Te pido perdón, me disculpo una vez más, en silencio,
en la intimidad de mis pensamientos por todo eso que
en tu contra llegué a sentir alguna vez. Sé que ya no estás,
quizás sea tarde pero tal vez la vida me perdone algún día
por aquello que mi corazón sufría al verte pasar
y brillar con esa luz tuya que enceguecía a todos.

Tenías lo que yo quería,
un cuerpo perfecto,
belleza interior,
una familia ejemplar,
un padre que estaba siempre para ti,
la admiración de todo aquel que te tenía cerca,
éxito en todo aquello que te proponías lograr,
lo tenías todo... y a él.

Creo que eres la única persona de quien he sentido celos...
o envidia, tal vez

Y ya no estás.

Ya no estás para seguir brillando, para seguir siendo perfecta.

Y lo que, malsanamente podría ser mi alivio, me ahoga, me asfixia por dentro.

Alejandra, ¿por qué?

¿Por qué te fuiste así?


Me he despedido ya pero aún duele.

Dejaste de brillar en la tierra para brillar en el cielo con las demás estrellas.
Eres como un ángel ahora.

Serás inmortal

¡Por siempre,

Ale!
Sabor amargo el de tu pérdida...
Tal vez pueda verte esta noche así que dejaré mi libro y me iré a dormir.
Tienes el don de dibujar una sonrisa en mis labios cada vez que paseas por mi mente.
Tienes el don de dormir en mi cama sin tocarla; de ser. Simplemente de existir y vivir en mi sin estar presente.
Tienes el don de ser amado, de un alma pura y de una mirada noble.
Tienes el don de ser, sólo de ser y existir sin estar.