Debo admitirlo.
Me he enamorado de cada palabra escrita,
de cada palabra dicha,
y de esas no dichas también.
De cada silencio ahogado en el celular,
de cada estrella vista hablando contigo
hasta el amanecer,
de cada sueño compartido
y cada risa disimulada sin preocupación.
Me he enamorado de tu foto nunca vista,
de tu mirada desconocida,
de ese aroma que ineludible
se ha impregnado en mi imaginación.
Debo admitirlo.
Me he enamorado de tus posibles mentiras.
De esas cosas hermosas que me decías,
de esa foto de perfil
y de cada noche en que me he quedado dormida
escuchando tu voz
con el manos libres en los oídos a punto
de escapar bajo la almohada.
Debo admitirlo.
Me he enamorado del hecho de desconocerte.
De extrañarte sin antes tenerte,
de besarte en el silencio de mil soledades
y de encontrar mi cuerpo entre tu océano de palabras lujuriosas,
y en mi océano de explosiones condenadas
y en mil colores que veo con los ojos cerrados.
Debo admitir que me he enamorado de un perfecto extraño
que me conoce más de lo que me he podido conocer.
Debo admitir que te sueño
y debo admitir
que el peligro de no sentirte me encanta.
Y que, aunque probablemente seas una mentira
eres mi más dulce fantasía.
Debo admitir que, aunque has admitido no desearte mío,
eres mi deseo prohibido...
PD: Que me he enamorado, o creo que me he enamorado es lo último que me queda por admitir.
PD2: No nos enamoramos solo una vez. No corremos riesgos solo una vez y de todos mis amores y todos mis riesgos, tú te has convertido en mi peligro favorito...
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