viernes, 13 de febrero de 2015

Mi cerebro y 50 Sombras de Grey

NO les mentiré, en la siguiente publicación no leerán una crítica elaborada ni profunda sobre "50 Sombras de Grey", solo les comentaré mi perspectiva personal desde los 3 puntos de vista con que mi objetividad puede criticar la creación de E.L James, a demás, les pido que comprendan que ha pasado más de un año desde que leí la trilogía.

Primeramente opinaré como una romántica empedernida de 19 años. La verdad es que la historia de amor entre Christian y Anastasia me encanta y me atrevería a decir que la envidio, de verdad. Yo, como sumisa por naturaleza, también quisiera en mi vida a un hombre poderoso, adinerado, controlador pero sensible, físicamente perfecto, sexualmente complaciente, emocionalmente retador, talentoso e inteligente por demás en mi vida... allí, creo que todos estamos de acuerdo.

Ahora bien, si dejo de lado mi afán de romance y me ubico en el contexto erótico, como fanática, lectora y escritora del erotismo que soy debo decir que, a pesar de entender la fascinación que despertó la carga erótica de la novela en sus lectores, ya que: a) no todo el mundo lee erotismo, b) la novela expone el mundo de la sumisión como nunca antes, y c) la descripción de los echos es bastante explícita; no creo que el planteamiento sexual-literario haya estado bien abordado, en primer lugar porque, a mi modo de ver, la estructura literaria de la novela no supo equilibrar ni diferenciar los elementos fundamentales de la literatura erótica: sexo, erotismo,pornografía y amor.

Honestamente noté desigualdad en los elementos.

Me hago entender; desde mi perspectiva, el erotismo, en más de una vez se vio como pornografía vulgar; el amor -si es que lo hubo realmente en algún momento, la verdad tengo mis dudas- en más de una ocasión se vio arropado por la necesidad de ofrecer un espectáculo erótico vacío, dejando de lado totalmente la verdadera necesidad de recibir y dar placer (me refiero a los dichosos castigos) y la intervención constante de "la diosa con gafas de media luna" en cada encuentro le quitaba seriedad y madurez a un evento como ese: Juegos eróticos de sumisión sexual.

Si la critico como novela, desde el punto de vista literario, como mujer joven que ha leído una cantidad considerable de libros y cree fielmente en que las palabras escritas pueden transmitir muchas más cosas de las que creemos, solo puedo decir que NO me gustó. Simplemente no me convence... Y en este punto seré poco formal, o sea... ¿CÓMO DEMONIOS ES POSIBLE, que termine la trilogía y la autora no me diga por qué son 50 sombras o cuales son?

Porque, el cuento de su trauma infantil por convivir con el cadáver de su madre, y los abusos sexuales que sufrió de joven, a pesar de ser buenos argumentos, no son suficientes, especialmente porque son aspectos a los que le puedes sacar muchísimo provecho como escritor, y a mi modo de ver E.L James no lo hizo. Se inventó una motivación (trauma) perfecta con la que podía agregar drama, intensidad, emoción y pasión a la novela y no lo hizo. Desaprovechó totalmente ese elemento, por lo que, cuando vas por la mitad del segundo libro comienzas a aburrirte, y llegas (en mi caso) hasta el final esperando toparte con algo más, algo que te diga "estas son las 50 sombras", algo que te deje sin aliento, que te impacte pero eso no pasa y es en ese punto cuando llega la decepción y pinesas: LO ODIO...

Honestamente, lo único que le vi de emocionante a 50 Sombras de Grey (alejándome de la carga erótica, que no es suficiente para considerar una obra un best seller, según mi juicio) fue el extravío de Charlie Tango y el secuestro de Mía con el acto heroico de anastasia. Fuera de eso, nada más me causó ansiedad como lectora.

O sea, yo, quien está escribiendo estas lineas, espera de un libro cuando lo abre, un complemente equilibrado y perfecto de elementos, y creo que la autora de 50 Sombras de Grey no supo sacarle jugo ni sabor a sus propias ideas...

O bueno, al menos esta es mi opinión...

Feliz estreno de 50 Sombras de Grey, la película...




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