Poco a poco todo va
perdiendo sentido.
A veces solo es necesario
escuchar el susurro
del viento para
saber cuándo
tener, amar o
querer pierde
importancia,
lógica o sentido.
Poco a poco todo
deja de importar;
el sol, la luz,
el carro o el vecino de al lado...
De un momento a
otro todo se desvanece
y solo queda nada...
Solo queda un
reflejo vacío en el
espejo y, ta vez,
un beso,
tan frío...
como el hielo...
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